INTERIORISMO Y DECORACIÓN
Hola! Os presentamos este espacio dedicado al Interiorismo y la decoración de espacios, en el que te daremos claves para convertir tu hogar en un lugar más confortable.
Cada vez más, las personas mostramos un interés especial por la estética del lugar en el que vivimos y pasamos nuestro tiempo. A través del interiorismo y la decoración se consigue sacarle el mayor partido posible a un espacio y así lograr que sea, además de cómodo, acorde a nuestros gustos.
Pero ¿Qué es interiorismo y qué es decoración? A continuación, te explicamos la diferencia entre estos dos conceptos, los cuales iremos desarrollando en las siguientes entradas de esta categoría.
¿Qué es interiorismo y qué es decoración?
La RAE define el interiorismo como el “Arte de acondicionar y decorar los espacios interiores de la arquitectura”. Es decir, modifica el espacio construido cambiando la distribución, la altura de techos y suelos, las instalaciones, los huecos a exterior, etc. De manera que, valorando las necesidades específicas de sus usuarios, se convierta en un espacio funcional, confortable y atractivo.
En cuanto a la decoración, se trata del “Arte que estudia la combinación de elementos ornamentales y la acomodación del espacio interior”. Esto es, con la luz existente, los materiales con los que está construido el espacio y sus instalaciones, reorganiza el espacio ya definido, consiguiendo belleza y armonía visual.
Por tanto, podemos decir que el interiorismo y la decoración son actividades complementarias, que buscan solucionar las necesidades de los espacios que habitamos a través de la funcionalidad, la optimización de los espacios, el confort y el diseño.
Estancias y distribución
Es muy importante saber qué buscamos en cada estancia, cuál será su uso, a quién va destinado y qué se quiere transmitir en él. En definitiva, conocer el estilo de vida y los gustos y preferencias de sus usuarios. Lo que nosotros llamamos DISEÑO A MEDIDA.
Conseguir un espacio óptimo, agradable y de estética atractiva pasa por tener una buena distribución. Para ello es común jerarquizar las áreas según las actividades, normalmente en dos zonas:
- Zona de día, donde se encuentra la cocina, el comedor, el salón, y el despacho, espacios que necesitan mayor incidencia de luz dado al horario de su utilización.
- Zona noche: aquí encontramos los dormitorios, que necesitan una menor incidencia de luz.
La flexibilidad y versatilidad de los espacios hace que los espacios se puedan ir adaptando a tus necesidades a medida que estas cambian.
Es por eso que, cada vez más, se optan por los espacios abiertos y luminosos, que fluyen a través de los ambientes y las áreas funcionales. Estas se delimitan a través de elementos singulares, como pueden ser los estructurales.
Por tanto, si la distribución está bien planteada, es un punto de partida para tener una vivienda, un local, una oficina, etc. confortable y funcional, que además si va ligada de una decoración cuidada, lograremos el encanto y la capacidad de adaptación deseados.
Plantearte dónde pasas más tiempo cuando estás en casa, qué actividad es la que más te gusta hacer, o si prefieres hacerlo solo o acompañado determinará cómo se configuran tus espacios y sus dimensiones.
Cocina
No es lo mismo pasar mucho tiempo cocinando que hacer un pequeño snack. Tampoco es igual ser una familia de tres, que una familia de siete. Que te guste sentarte a comer en la mesa, o que prefieras hacerlo en la isla. Si necesitas una zona de lavada integrada o tienes una zona aparte.
Según tus necesidades se proporcionará un orden y capacidad de almacenaje suficiente. Se podrá organizar en paralelo, el L, en U… respetando las distancias mínimas de 90 cm que te permiten moverte y abrir cajones y electrodomésticos con comodidad. Eso sí, respetando la línea imaginaria llamada “triángulo de trabajo, trazado entre la ubicación del fregadero, la cocción y el frigorífico. Desde el punto de vista ergonómico no deberían estar separados más de dos veces la distancia de tu brazo, y tampoco menos.
Como dato curioso, las medidas de los muebles de cocina y los electrodomésticos tienen un fondo estandarizado de 60 cm.
Salón
La forma de tu salón, cómo quieras utilizarlo y cuantos ambientes quieres disponer en el son características que condicionarán el resultado final.
En el salón es básico respetar las zonas de paso, así como aprovechar al máximo la iluminación natural. Además, si el salón está junto al comedor, ¡Piensa en cómo quedará el conjunto!
Comedor
Es habitual que la zona de comedor se incluya en la zona destinada al salón y, últimamente, incluso con la cocina. Es importante zonificar las estancias para que queden equilibradas. El salón siempre ocupará una parte mayor, puesto que suele ser dónde más tiempo se pasa.
Es necesario que haya espacio suficiente alrededor de la mesa para garantizar la comodidad.
Dormitorio
El dormitorio es el espacio más personal. Pueden ser como salones privados, en los que muchas veces se incluyen zonas de trabajo o librerías. En otras ocasiones nos encontramos dormitorios abiertos al baño, o al vestidor.
Es importante acotar el espacio, ya que es el lugar en el que mayor tranquilidad y bienestar debemos encontrar. Además, es importante considerar la luz natural, así como la iluminación artificial.
La cama será el elemento central, por lo que dictará la pauta para colocar el resto del mobiliario. Alrededor de la cual hay que asegurarse un movimiento fluido y sin obstáculos, es decir, que no se vea interrumpido por muebles auxiliares.
Baño
Ordenar el baño suele ser la tarea más complicada. Alinear las piezas más importantes en una misma pared te permite un acceso a ellos de manera más cómoda.
Colocar la ducha o la bañera al fondo hará que aproveches más el espacio. Y si, además, le colocas una mampara transparente, tendrás una visión completa del baño, por lo que parecerá más amplio.
Elementos para componer el espacio interior
Orientación
La luz natural juega un papel importante en la percepción del espacio, por lo que la orientación es uno de los primeros aspectos a tener en cuenta para la distribución de tu vivienda, oficina, local, etc. Determina por donde entra la luz y en qué horarios. De igual importancia es la altura a la que se encuentra el lugar en cuestión.
Estos aspectos son fundamentales para el equilibrio de luz natural y luz artificial, así como para su control, que vendrá determinado por las actividades que se realicen en el espacio.
Iluminación
Para conseguir el ambiente deseado de tu hogar, es clave tener una iluminación adecuada. La iluminación afecta en la percepción del resto de elementos que componen las habitaciones.
Un diseño correcto aprovecha al máximo la luz natural, combinándola con la artificial cuando es necesario.
El control de la luz, por sí misma o a través de elementos complementarios, es un recurso capaz crear atmósferas diferentes dependiendo de las necesidades de cada momento o delimitar áreas. Generando juegos de luces y sombras que provocan emociones.
Estilo
Existe una gran variedad de estilos para personalizar nuestros espacios, es importante elegir el que mejor encaja con nuestros gustos y necesidades.
Es importante no llevarlo al extremo, pues puede resultar excesivo. Lo ideal es buscar un ambiente neutro, al que se le añaden puntos focales del estilo elegido, creando así una habitación con un toque especial.
Algunos estilos de interiorismo son los siguientes, que ampliaremos más adelante en un post:
Contemporáneo
El estilo contemporáneo está basado en la sencillez. Con líneas rectas, superficies lisas y colores neutros.
Minimalista
Se trata de espacios llenos de matices, con enfoques prácticos y simples de manera elegante.
Industrial
Predominan los espacios amplios y luminosos que evocan a fábricas o almacenes. Se caracteriza por dejar al descubierto los elementos de construcción, dando una sensación de espacio inacabado.
Nórdico
Es un estilo sencillo, funcional y cómodo. Se caracteriza por los tonos blancos combinados con madera y elementos de decoración con motivos naturales. Elimina todos aquellos accesorios que son innecesarios.
Rústico
Se compone de texturas inspiradas en la naturaleza, como la madera, el lino, el yute o el cuero. Este estilo tiene una conexión con el pasado.
Retro
Esta decoración crea un ambiente divertido, animado y colorido que evoca tendencias del pasado, como son los años 50, 60 y 70.
Vintage
Su característica principal son las antigüedades y su inspiración en las tradiciones, recreando casas del pasado.
Clásico
Es un estilo refinado colmado de detalles tanto en paramentos verticales y horizontales, como en los muebles y en la iluminación.
Color
El color y su temperatura afecta a la percepción del espacio y de la luz y, por tanto, al estado de ánimo que se genera. El color puede usarse para enfatizar planos, enmarcar elementos, conseguir amplitud, longitud o crear jerarquías.
Existen muchos materiales que aportan color y textura, por lo que hay que controlar la cantidad de color utilizado. Para ello es útil seleccionar colores de un circulo cromático, de manera que se consiga un contraste coherente.
Elegir entre 3 y 5 colores y usarlos en toda la estancia de forma equilibrada conseguirá un resultado sorprendente. Existen diferentes esquemas de elección de colores, siendo estos los principales:
- Monocromático: consiste en el uso de un solo color con diferentes grados de saturación y de brillo. Crea una paleta homogénea.
- Análogos: Utiliza dos colores adyacentes, siendo uno de ellos el predominante.
- Complementarios: emparejamos el color elegido con el que se encuentra enfrente, logrando un contraste entre ellos.
Textura
Combinando texturas, en paramentos horizontales, verticales (suelos o techos) o en elementos de decoración se puede crear un espacio más interesante.
Se pueden utilizar diferentes texturas para una misma pieza, o bien una misma textura en diferentes tonalidades. Esto te permite jugar con las profundidades y las dimensiones.
¡Las plantas tampoco pueden faltar!
Principios del diseño de interiores y decoración
Para conseguir ese acabado estético que tanto deseamos debemos mantener en orden y armonía todos los espacios. Además de seguir las modas y tendencias, puedes aportar tu propio estilo.
Para conseguir un resultado adecuado no debes perder de vista los siguientes conceptos:
Equilibrio
Lo ideal es lograr el equilibrio entre la estética y la funcionalidad de los espacios. Asimismo, se debe lograr un equilibrio visual.
Este equilibrio se consigue alternando elementos que tienen diferente peso, es decir elementos simples en forma, textura, colores o líneas, con otros más complejos.
Se pueden emplear tres tipos de equilibrio:
Equilibrio simétrico
La colocación de elementos en pareja, repetidos o enfrentados. Creando así una imagen espejada.
Equilibrio asimétrico
Esto se consigue colocando elementos diferentes, pero con el mismo peso visual.
Equilibrio radial
Este equilibrio consiste en distribuir los elementos en torno a un punto central.
Ritmo
El ritmo es la fluidez con la que navega nuestra vista a través de un espacio. Esto se consigue a través de los estampados, texturas o formas de los diferentes objetos. Los elementos similares se recorren con facilidad con la mirada.
Énfasis
El énfasis se refiere a la colocación de un elemento central en la habitación en el que recaiga toda la atención.
Armonía
La armonía es la relación entre los elementos que forman un espacio, haciéndolo agradable. Esto se consigue mediante la combinación de diferentes tamaños, formas, colores o texturas.
Es importante distinguir armonía de unidad, pues que exista armonía en el espacio no significa que todo tenga el mismo color o la misma textura.
Escala y proporción
Los objetos elegidos para la decoración de un espacio deben tener un tamaño apropiado para el lugar que vayan a ocupar, además de una proporción acorde con los demás que se ubican a su alrededor.
Espero que te haya servido de utilidad este post en el que te contamos los principios básicos del interiorismo y la decoración.
Poco a poco iremos ampliando con posts relacionados y con temas más concretos.
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¡HASTA LA PRÓXIMA!